Estos son los encubridores de pedofilia que siguen viviendo en el Alonso de Ercilla
- Silencio es Violencia
- 23 abr 2018
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Compartiendo un espacio con más de 2000 estudiantes, en las comodidades recibidas por una mensualidad de $305.000 y que proviene directamente del bolsillo de cada apoderado. Siguen viviendo y ejerciendo sus funciones con total normalidad en el Instituto Alonso de Ercilla, tres Hermanos Maristas acusados de encubrir y facilitar los actos de pedofilia.
Varios medios de comunicación expusieron las querellas por delitos de ex alumnos abusados, en donde se puede concluir que los casos de pedofilia se cometieron de forma sistemática, por al menos 30 años.
Muy lejos de la justicia ordinaria, los miembros laicos de la congregación señalan a los medios, apoderados y profesores, que están trabajando para “reparar” las vidas destruidas de muchas personas. Sin embargo, apoyan a los pederastas rindiéndoles honores en funerales, permitiéndoles mantenerse en altos cargos, obstruyendo a la justicia para defenderlos y además albergándolos con total impunidad, en el mismo lugar donde se cometieron los crímenes.
Estos son los Hermanos Maristas acusados de encubrir a pedófilos y que hoy viven en el IAE
Hno. Jesús Pérez

Es el actual Director del IAE, sindicado como facilitador de niños en la red de pedofilia por Jaime Concha. Quien declaró al 15° Juzgado de Garantía, que durante un recreo largo, Pérez lo llamó a él, Jorge Franco y otro alumno para que se juntaran en el sótano del gimnasio, frente al cubil de scout con Miguel Ortega y Cristian Precht:
“Los alumnos debían darle su testimonio de Fe, pues les harían un “examen vocacional”. El Hermano Jesús Pérez les pidió que se desnudaran y se pusieran una túnica de sacristán, así debían entrar de a uno a la oficina contigua en donde estaban los sacerdotes. El único que alcanzó a entrar fue Jorge Franco, a quien Miguel Ortega manoseó contra la pared, en frente de Cristian Precht”, indica la declaración de Concha.
El mismo Franco le entregó un testimonio a The Clinic, el 11 de marzo, relatando que Pérez lo fue a buscar al Colegio San Antonio, al observar que el niño participaba de forma activa en pastoral y tenía buenas notas. Ahí, el Hermano le extendió una propuesta para postular al IAE, luego le entregó los cuadernos de uno de los mejores alumnos, Jaime Concha, para después puntualizar que:
“Teníamos instrucciones expresas de Pérez de ir a la sala de pastoral, que estaba en el subterráneo del gimnasio, donde Miguel Ortega nos tiraba contra la pared”, recuerda Franco.
Hno. Feliciano Ortega

Está retirado de las actividades docentes, pero acompaña a una comunidad de apoderados llamada “Gregorio Pastor” y hasta el año pasado estuvo a cargo de la Pastoral, en el “acompañamiento espiritual” en la sección de Pre kínder a segundo básico.
Acá surge el relato de un ex periodista del IAE, Nicolás Curi, quien cuenta que Ortega, durante sus actividades de pastoral "me pedía que le mandara fotos de los niños con él, por WhatsApp. Con una supuesta intención de mostrárselas a las familias. Estas actitudes me parecieron raras y se las informé a la orientadora colegial, ella me dio a entender que sentía lástima por mi situación de incomodidad, no sé si habrán hecho algo. Son varios los que veían al hermano darle abrazos y besos a los niños, no creo que alguien le haya dicho algo, mal que mal es una figura de poder en esa institución".
Por lo demás, Curi recuerda que "le tocaba los cachetes a los niños, de repente su beso en la mejilla. Estamos hablando de guaguas, 3-4 años. Los niños lo abrazaban", concluyó el ex funcionario en exclusiva para Silencio es Violencia.
Ortega tiene un antecedente como encubridor. Corresponde al testimonio de Edgardo Soto Leyton, ex alumno del Instituto O’Higgins de Rancagua. En su relato asegura haber sido abusado por Luis Castillo en una enfermería improvisada del colegio, a la edad de 13 años.
“En ese lugar, Luis Castillo procedía a tocarlos de diferentes maneras, hasta que después de varias veces que iban a “la enfermería”, requeridos por él para "hacerles más curaciones a las heridas", les iba mostrando sus partes íntimas, revistas pornográficas y forzando a tener sexo oral con él”, relata la víctima en la querella.
Tras el abuso, Edgardo Soto denunció el caso a miembros de la institución y no fue tomado en cuenta. Entre las personas a las que acudió para buscar ayuda estaba Feliciano Ortega, quien ni si quiera le prestó atención.
La tortura de Soto escalaba y escalaba, porque le hicieron repetir primero medio, lo privaron de sus compañeros, lo dejaron condicional, hasta que finalmente lo expulsaron a mitad de semestre.
Hno. Aldo Pasalacqua

Es el actual presidente del directorio de la Fundación Educacional Instituto Alonso de Ercilla. Sindicado como uno de los responsables en introducir el copago en la reforma educacional de 1993, cuando encabezaba la Federación de Instituciones de Educación Particular (Fide).
El testimonio del sobreviviente Gonzalo Dezerega, relata que Isaac Givovich les comentaba haber visto a Pasalacqua, en más de una ocasión, cuando el Hermano Adolfo Fuentes se lo llevaba de la mano a su pieza.
Para Dezerega, este acto "permisivo", no era común en Pasalacqua porque "era super preocupado de que alguien entrara a la comunidad (de los Hermanos). Yo una vez estaba adentro y me dijo 'váyase usted no tiene nada que andar haciendo acá'. Pero Isaac dice que lo vio, se recuerda de haberlo visto, porque la pieza de Adolfo (Fuentes), era contigua a la de él", finaliza en declaración para este medio.

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